sábado, 3 de enero de 2009

Carta a S.S.M.M.

Muy señores míos:
Les escribo esta epístola con la esperánza de que este año, que he sido un trabajador nato, que he realizado todo lo posible por hacer felices a los míos, sin contar con ellos para nada, y he descubierto que cuando yo creía que no hacía nada, hacía bastante más de lo que hago ahora. Ahora que he descubierto, que mi sola presencia da mucha más felicidad a los míos que las incontables horas que me he pasado al teléfono hablándo con ellos, en fin ahora que he descubierto que soy un perfecto imbecil, con la inocencia y candidez que esto lleva consigo, me traigan ( o echen, como se dice en mi pueblo ) algunas de las cosas que he querido siempre. Si ha eso le añadimos mi total admiración hacia sus majestades, no como la que tengo a ese duende desnaturalizado y barrigón; que cambia de chaqueta según quien le pague. Me gustaría que en los zapatos que tengo repartidos por las casas de familiares y amigos tuvieran a bien dejarme:
Un montón de hermanos y una madre para mi solo.
Una novia que esté siempre a mi lado y me deje salir solo.
Un chalet en la playa a cinco minutos de Madrid.
Un bolsillo roto en el que guardar todos mis sueños.
Unos hijos que me admiren y no hagan nada de lo que yo hice.
Un baúl lleno de recuerdos, que no se pueda abrir.
Un reloj que se pare cuando no llego a la hora.
Un coche rápido que me haga llegar tranquilo a los sitios.
Unos amigos exactamente como los que tengo.
Sin nada más al respecto, quedando a su disposición para cualquier duda o aclaración se despide atentamente:
Un niño demasiado mayor.

2 comentarios:

  1. Me pido lo mismo que todo...todito lo mismo...a ver si hay suerte!!!

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  2. marchando otra igual para casa.... Gracias por visitarme y darme la oportunidad de conocerte.

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